
La postal de piedra que emerge como emblema y reconocimiento al cóndor. En la estancia El Pichanal, su efigie sorprende por su belleza y magnitud.
«El cielo del cóndor abre de par en par
Las puertas del tiawanaco por donde pasa la tempestad
Despierta mi pueblo andino, y al despertar
Conmueve la luz del siglo su grito macho de libertad»
Armando Tejada Gómez
La sabiduría de lo natural